viernes, abril 04, 2014

Jesús es el Camino, la verdad y la vida-Catequesis



En la catequesis es importante destacar con toda claridad el gozo y las exigencias del camino de Cristo.
·         - una catequesis del Espíritu Santo, Maestro interior de la vida según Cristo, “dulce huésped del alma” que inspira, conduce, rectifica y fortalece esta vida;
·         - una catequesis eclesial, pues en los múltiples intercambios de los “bienes espirituales” en la “comunión de los santos” es donde la vida cristiana puede crecer, desplegarse y comunicarse.
La referencia primera y última de ésta catequesis es siempre Jesucristo que es “el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí” Juan 14, 6.

Características del Camino Evangélico:
La humildad en el servicio
Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber’. Lc 17, 10.
María dice de sí misma: “…porque Dios miró la pequeñez de su servidora”. Lc 1, 48.
La observancia del corazón
Como insistían, se enderezó y les dijo: “El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra”. Jn 8, 7.
“Mientras tanto, María conservaba éstas cosas y las meditaba en su corazón”. Lc 2, 19.
“Su madre conservaba estas cosas en su corazón”. Lc 2, 51b
El camino de la Vida
“Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí. Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran”. Mateo 7, 13-14.
Somos testigos de la Vida
“Porque la Vida se hizo visible, y nosotros la vimos y somos testigos, y les anunciamos la Vida eterna, que existía junto al Padre y que se nos ha manifestado”. 1 Juan 1, 2.
La armadura del cristiano
“Fortalézcanse en el Señor con la fuerza de su poder.  Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio. Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. Permanezcan de pie, ceñidos con el cinturón de la verdad y vistiendo la justicia como coraza.  Calcen sus pies con el celo para propagar la Buena Noticia de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. Tomen el casco de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios”. Efesios 6, 13-14.
Obras de los creyentes
“Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre”. Juan 14, 12.
El Nombre de Jesús
“Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré”. Juan 14, 14.
Seremos revestidos de la imagen del hombre celestial
“El primer hombre procede de la tierra y es terrenal; pero el segundo hombre procede del cielo. Los hombres terrenales serán como el hombre terrenal, y los celestiales como el celestial. De la misma manera que hemos sido revestidos de la imagen del hombre terrenal, también lo seremos de la imagen del hombre celestial”. 1Corintios 15, 47-49.
Jesús es un ser celestial
Jesús continuó: “Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo”. Juan 8, 23.
Bendecidos en Cristo
“Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. Efesios 1, 3-4.
No somos esclavos, somos espirituales
“…los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y sus malos deseos. Si vivimos animados por el Espíritu, dejémonos conducir también por él”. Gálatas 5, 24-25.
Cristo: Cabeza, Salvador y Mediador
“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad, y ustedes participan de esa plenitud de Cristo, que es la Cabeza de todo Principado y de toda Potestad. En él fueron circuncidados, no por mano de hombre, sino por una circuncisión que los despoja del cuerpo carnal, la circuncisión de Cristo. En el bautismo, ustedes fueron sepultados con él, y con él resucitaron, por la fe en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos. Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y de la incircuncisión de su carne, pero Cristo los hizo revivir con él, perdonando todas nuestras faltas. Él canceló el acta de condenación que nos era contraria, con todas sus cláusulas, y la hizo desaparecer clavándola en la cruz. En cuanto a los Principados y a las Potestades, los despojó y los expuso públicamente a la burla, incorporándolos a su cortejo triunfal”. Col 2, 9-15.
La satisfacción de Dios Padre
“La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos”. Juan 15, 8
El pedido de Dios Padre
Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: “Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo”. Marcos 9, 7
Vuestro trabajo no es vano en el Señor
“Por eso, queridos hermanos, permanezcan firmes e inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Señor, con la certeza de que los esfuerzos que realizan por él no serán vanos”. 1 Corintios 15, 58.


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