domingo, marzo 23, 2014

Misterio de la Iglesia y sus sacramentos




1.               El Misterio de la Iglesia y sus sacramentos: la Iglesia es la comunión más íntima y real de los hombres con el Hombre- Dios, tal como se expresa ésta del modo más real y perfecto en la Eucaristía. Si Cristo mora de una manera tan admirable en el seno de la Iglesia, a fin de unirse en un solo cuerpo con todos los miembros de la misma, entonces la unidad en que los une evidentemente es tan sublime y misteriosa, que nunca podrá concebir la razón humana.
2.              Misterio de la Encarnación del Hijo se prolonga infinitamente en los hijos adoptivos de Dios por medio del Bautismo y los demás Sacramentos, de modo tal que un discípulo y misionero de Jesús es cristo en la tierra por gracia de Dios y unción del Espíritu Santo.
3.              El misterio de la Iglesia en la comunión de todos sus miembros con Cristo, su cabeza: El hombre por la fe en la dignidad y fuerza de su Cabeza, ha de tender hacia ésta, y recibir también en sí la firma, la imagen impresa de su Cabeza, a fin de pertenecer en un sentido estricto a su cuerpo por el Bautismo, a fin de ser miembro sensible a la influencia de la Cabeza y que ésta está en unión orgánica con la misma.
4.              El misterio de la Iglesia en la comunión de todos sus miembros con Cristo, su esposo: Mediante la Encarnación Cristo asumió nuestra propia naturaleza, a fin de desposarse en ésta con nosotros. Los Santos Padres presentan ya la Encarnación misma como un desposorio con el linaje humano, por cuanto en ella se contiene virtualmente todo lo que conduce a la unión completa del Hijo de Dios con los hombres. El hombre ha de unirse en la fe con su esposo divino, y éste quiere sellar, como con un anillo nupcial, su alianza con el hombre en el bautismo. Y ambas cosas se hacen tan sólo para fundir en la Eucaristía al hombre y al Hombre-Dios mediante una comunión real en una sola carne y en una sola sangre. Mt 19, 5-6; Mc 10, 8; I Co 6, 16; Ef. 5, 29-32
5.          El misterio de la Iglesia en su maternidad: No significa tan sólo que la Iglesia se comporta con sus miembros como una madre tierna, que cuida, alimenta, instruye y educa como hijos. La maternidad sobrenatural es el misterio central de la Iglesia en su calidad de sociedad orgánicamente formada. Toda la actividad del sacerdocio en la Iglesia se encamina a formar a Cristo en sus miembros, a unirlos con Cristo, haciéndolos conformes a Él y educarlos para que alcancen la medida de la edad madura de Cristo; y por la revelación con este fin adquiere esta actividad-en un grado mayor o menor- un significado más elevado, sobrenatural en todos los respectos (Ef. 1, 4; 3, 14-19; 4, 10-16.)
6.          El misterio de la Glorificación ya se manifiesta en nosotros en forma potencial porque Cristo nos hace una nueva creatura por su gracia, fuerza divina y dignidad de Glorificado. Esto nos capacita para entrar a la Jerusalén Celestial, a no ser que lo rechacemos deliberadamente. La potencialidad de nuestra glorificación depende en gran medida de la Vida Sacramental y el combate espiritual contra el demonio.
7.          Los sacramentos consecratorios mediante ellos somos consagrados para una misión sobrenatural y venimos a ocupar en el cuerpo místico de Cristo una posición especial, permanente.
·       Mediante el bautismo somos admitidos en el cuerpo místico de Cristo, por lo tanto consagrados como miembros de Cristo; por el bautismo entramos a participar de su vida sobrenatural; en el bautismo nacemos como hijos de Dios, pero al mismo tiempo venimos destinados y obligados a glorificar de un modo sobrenatural, como miembros de Cristo y juntamente con él, a su Padre celestial.
·       Para que seamos hijos de Dios y miembros robustos, enérgicos de Cristo, se añade al bautismo, a modo de complemento, la confirmación que nos une más íntima y firmemente con Cristo, nos da una consagración todavía más alta, y logra también de esta manera que de Cristo se nos irradie más pletóricamente la gracia sobrenatural.
·       Hay miembros que representan el puesto y la actividad de la Cabeza en la Iglesia, miembros que, juntamente con Cristo y haciendo sus veces, se presenten como mediadores sobrenaturales entre Dios y los hombres; estos miembros deben estar unidos de un modo especial con Cristo, recibir una consagración especial, y mediante ésta unión y ésta consagración participar de un modo eminente de la gracia sobrenatural. Esto ocurre mediante el sacramento del Orden; es la consagración “por excelencia”, por que confiere la función más elevada y santa, que pueda haber sobre la tierra.
·       Aquellas personas que, en calidad de miembros de Cristo se unen para engendrar nuevos miembros, tienen una posición especial, sobrenatural en el cuerpo de Cristo por medio del matrimonio entre cristianos tiene un modo esencial estar abierto a la vida
http://www.mercaba.org/DicEC/S/scheeben_matthias_joseph.htm

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