martes, noviembre 07, 2017

Encuentro Personal con Cristo Jesús - fuente de conversión




Tú sigueme

Evangelio según san Juan:                                        Juan 1, 43
"El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halla a Felipe, al cual dijo: Sígueme".

Evangelio según san Juan:                                   Juan 21, 21-22
 "Entonces Pedro, al verlo, dijo a Jesús: Señor, ¿y éste, qué? Jesús le dijo: Si yo quiero que él se quede hasta que yo venga, ¿a ti, qué? Tú, sígueme".

 Para Jesús lo más importante es que lo sigamos, con la confianza que si lo seguimos terminaremos por amarlo más y no encontrando nada que se contradiga asimismo.

Evangelio según san Mateo:                                Mateo 11, 6
 ¡Y dichoso aquel que no encuentre en mí motivo de tropiezo!»

Condiciones para seguir a Jesús:
Evangelio según san Mateo:                                 Mateo 16, 24
 "Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame".

Obsérvese que el deseo es primero a la acción de seguirle. Alguien nos ha hablado maravillas de Jesús y ya deseamos conocerle y seguirlo. Mientras lo vamos conociendo, vamos sabiendo más de su doctrina, vamos conociendo al Padre y nos promete al Espíritu Santo que nos dará toda la verdad.

Evangelio según san Juan:                                     Juan 15, 26
"Yo les enviaré al Espíritu que viene del Padre, y que les enseñará lo que es la verdad. El Espíritu los ayudará y les hablará bien de mí".

 Con la expresión "nieguese a sí mismo", remarca la importancia de "dominio de sí mismo". San Pablo lo dirá de ésta manera:

  San Pablo a los cristiano de Galacia                  Gálatas 5, 16-18
"Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues éstos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

 Con la expresión "tome su cruz y sígame" tiene dos acepiones. La primera acepción, donde la cruz sería tener encuenta nuestra naturaleza humana y frágil propensa al pecado y la concupiscencia, por lo que nos lleva a conducirnos con humildad con todos los demás. Y la segunda acepcion, tomar la cruz es aceptar la situación que vivimos y nos humilla, recordandonos que no somos dioses y que debemos buscar a Dios.

Evangelio según san Juan:                                   Juan 15, 9-10
Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Antes de concluir,  si cumplimos estos mandamientos:


Evangelio según san Marcos:                               Marcos 12, 30-31
 "Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales.” 31 Y el segundo mandamiento en importancia es: “Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.”

Pero no asistimos a misa no estamos siendo perfectos (Mateo 5, 48)


Evangelio según san Mateo:                                 Mateo 5, 48
 "Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto".

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