KOINONIA/Comunión
Hch 2, 42
“Todos se reunían asiduamente para escuchar la
enseñanza de los Apóstoles y participar en la vida común, en la fracción del
pan y en las oraciones”.
2 Co 6,
14
“No tengan relaciones indebidas con los que no
creen. Porque, ¿qué tienen en común la justicia con la injusticia, o la luz con
las tinieblas?
1 Jn 1, 3
“Lo que hemos visto y oído se lo anunciamos también
a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros”.
Rm 15, 27b
“Porque si los paganos participaron de sus bienes
espirituales, deben a su vez retribuirles con bienes materiales”.
2 Co 8,
4
“Puedo
asegurarles que ellos estaban dispuestos a dar según sus posibilidades y más
todavía: por propia iniciativa, nos pidieron, con viva insistencia, que les
permitiéramos participar de este servicio en favor de los hermanos de
Jerusalén”.
2 Co 9,
13
“En efecto, al comprobar el
verdadero carácter de la ayuda que ustedes les prestan, ellos glorificarán a
Dios por la obediencia con que ustedes confiesan la Buena Noticia de Cristo y por la generosidad con
que están unidos a ellos y a todos”.
Hb 13,
16
“Hagan
siempre el bien y compartan lo que poseen, porque esos son sacrificios
agradables a Dios”.
Flp 1, 4-5
“Siempre
y en todas mis oraciones pido con alegría por todos ustedes, pensando en la
colaboración que prestaron a la difusión del Evangelio, desde el comienzo hasta
ahora.
Ef. 3, 11-12
“Este es el designio que Dios
concibió desde toda la eternidad en Cristo Jesús, nuestro Señor, por quien nos
atrevemos a acercarnos a Dios con toda confianza, mediante la fe en él”.
Co 3, 13-14
Sopórtense los unos a los otros, y
perdónense mutuamente siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. El
Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. Sobre todo, revístanse del
amor, que es el vínculo de la perfección.
Flp 2, 1-2
“Si la exhortación en nombre de Cristo tiene
algún valor, si algo vale el consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu, o la ternura y
la compasión, les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo buen unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento”.
1 Co 1, 9
“Porque
Dios es fiel, y él los llamó a vivir en comunión
con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor”.
1 Co 10, 16
“La
copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es
comunión con el Cuerpo de Cristo?”
Flp 3, 7-11
“Pero todo lo que hasta ahora
consideraba una ganancia, lo tengo por pérdida, a causa de Cristo. Más aún,
todo me parece una desventaja comparado con el inapreciable conocimiento de Cristo
Jesús, mi Señor. Por él he sacrificado todas las cosas, a las que considero
como desperdicio, con tal de ganar a Cristo y estar unido a él, no con mi
propia justicia –la que procede de la Ley– sino con aquella que nace de la fe
en Cristo, la que viene de Dios y se funda en la fe. Así podré conocerlo a él,
conocer el poder de su resurrección y participar de sus sufrimientos, hasta
hacerme semejante a él en la muerte, a fin de llegar, si es posible, a la
resurrección de entre los muertos”.
1 Jn 1, 2-3
“Porque la Vida se hizo visible, y
nosotros la vimos y somos testigos, y les anunciamos la Vida eterna, que
existía junto al Padre y que se nos ha manifestado. Lo que hemos visto y oído,
se lo anunciamos también a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros. Y
nuestra comunión es con el Padre y
con su Hijo Jesucristo”.
1 Jn 1, 6
“Si
decimos que estamos en comunión con
él y caminamos en las tinieblas, mentimos y no procedemos conforme a la verdad”.
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